domingo, 27 de diciembre de 2015

Puesta a punto

Que pena el poco uso que recibe la B este año. De los 7 mil km anuales ha pasado a apenas 1000, debido a los horarios extraños del trabajo y a una mudanza que aísla por completo el poder ir de puerta a puerta de casa a Mordor.
Aunque el bus me alivia la parte horrible del trayecto por la carretera, me han obligado a llevar funda (por los cantos vivos de la bici en caso de accidente, según el chófer. Evidentemente, si el bus lo estampa, la Brompton sería el último de sus problemas, viendo a unas 30 -40 personas sin atar a ningún sitio. Todo eso hace perder por completo la normalización y espontaneidad de la combinación bus + bici; demoliendo el buen rollo que narraba en post anteriores.
A decir verdad, fue un día horrible en el que se juntó un chofer celoso de normas no demasiado afortunadas y un señor policía que no me permitió la entrada a comisaría para renovar el DNI; básicamente por que no le salió de los cojones y para chulo, él. 
En fin, creo que la Brompton requiere más km, tantos como la necesidad moral de prescindir de gasoil para innecesariamente desplazar 1,5 toneladas de metal para llegar a Mordor.
Aunque al final no me ido a Santiago desde Barcelona esta Navidad, cambio las cubiertas de atrás para adelante, cambio de cadena con unos 4000 km (aún podría haberla estirado hasta el final, casi prefiero conservar los piñones).
También he reajustado zapatas y nada más que hacerle; sólo darle pedales.